viernes, 28 de diciembre de 2007

El modelo de competencias

ENTORNO HUMANO

EL MODELO DE COMPETENCIAS: TRABAJO ACTUAL DE LA GERENCIA

Raúl Rivas Naar (*)

Al hablar de la competitividad, surgen tres términos básicos que son necesarios manejar: competente, competencia y competitividad. Ser competente es tener habilidades y destrezas para llevar a cabo una actividad con altos niveles de calidad y efectividad. La competencia está asociada a la actividad donde diversas entidades humanas realizan acciones para sobresalir en relación con el resto de los actores de los procesos organizacionales; buscando ocupar el primer lugar en acertividad, calidad de respuestas, adaptación al entorno, etc.

La competitividad va más allá; es el posicionamiento que se alcanza gracias a la calidad y diferenciación de las actividades que realizan los seres humanos. A lo largo de la historia encontramos sustento teórico representado por los escritos de famosos en estas áreas tales como: Jack Welch, Steven Covey, Rossabeth Moss Kanter, Anthony Robbins, entre otros.

Para lograr el éxito, es necesario alinear dos sugerencias en la búsqueda de la competitividad; primero el excelente trabajo de la Doctora Moss Kanter “El Desafío del Catch 22” o la explicación de ¿Por qué se ganó la batalla pero se perdió la guerra? con sus cinco características competitivas (comunicación, imaginación, retribución, compromiso, y alianza) y segundo; una propuesta de capital humano que denomino ARIEL (Arriesgado, Rápido, Innovador, Ético, Luchador), sustanciándola con las tres características de Jack Welch “El Liderazgo” (velocidad, autoconfianza y simplicidad).

El modelo de capital humano de ahora y para el futuro debe contar con diez competencias para ser exitoso:

Arriesgado: ser pionero, tener valor y atreverse a hacer lo que otros no han hecho ni están haciendo.
Rápido: para aumentar la velocidad de respuesta sin descuidar la calidad, productividad y efectividad para llegar primero pero sabiendo llegar.
Innovador: consiste en tener actitud y aptitud para ser creativo y desarrollar ideas originales que agreguen valor a los procesos, productos y servicios de nuestras organizaciones.
Ético: que actúa basado en principios y valores, respetuoso de los límites de las demás personas. Acá se incluye el poder de la retribución; entregando parte del éxito a la sociedad y a la organización a la cual pertenecemos.
Luchador: tenaz, constante, firme en su afán por salir adelante, por mejorarse a si mismo y lo que lo rodea, persistente en el logro de metas y en hacer realidad su visión personal, profesional y colectiva.

A esta fórmula concebida para el éxito agregamos características especiales tales como:


Sinérgico: guarda relación con el poder de la alianza de Moss Kanter en la habilidad de alinearse a otros desarrollando un sólido espíritu de equipo, sumando energías individuales hacia logros comunes.
Enfocado: orientado a los resultados, concentrando energías y talentos en el objetivo, evitando desperdicios humanos y materiales, a la vez se evade la dispersión.
Responsable: asociado al principio del compromiso que establece la impecabilidad de las promesas gracias a su cumplimiento.
Comunicador: emplea el poder de escuchar y hablar para crear conversaciones efectivas legitimando los puntos de vista, para coordinar acciones, integrar equipos y mejorar relaciones.
Alegre: ser competente para crear emocionalidad positiva permitiéndonos ser más felices mientras trabajamos productiva, rentable y efectivamente.

Si aplicamos estas competencias a las actividades que día a día desempeñamos nos estamos preparando interna y externamente para ser capaces de nadar de forma diferente, creativa y apasionadamente en los mares turbulentos que se avecinan tanto en nuestro país como en el mundo.


(*) Ec. Especialista en Gerencia de Recursos Humanos
raulnaar@cantv.net

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